Esperanza hallada…

Desde mi ventana puedo ver a Emilio, se pasea por la calle con la misma chaqueta negra de letras amarillas que dice «vigilante», desteñida por los días que lleva sin cambiársela. Parece que este descolorido se va filtrando en su ser, lentamente va perdiendo lucidez, cualquier noción del mañana, sin más esperanza que la misericordia de aquellos que lo miran desde lejos, pues su voluntad fue arrebatada no se sabe por quién…

Emilio llego a trabajar a las residencias las Cumbres, edificios altos y fríos como sus estacionamientos.  Hombre delgado de contextura frágil, sus ojos reflejaban la coherencia que marca el paso de los años, su semblante aparentaba tranquilidad, esbozando cada vez una sonrisa. Se le podía encontrar sentado en su puesto de servicio detrás de una mesa o caminando alrededor del estacionamiento.

Sin embargo, a los pocos meses de estar trabajando muchos vecinos comenzaron a notar que en ocasiones se quedaba dormido en su silla, empezó a llegar tarde, se decía que tenia graves problemas con la bebida, origen de todos sus sufrimientos, su esposa e hijos se habían marchado tiempo atrás…

Un día de esos cualquiera, dejo de irse a su casa, se quedaba de día y de noche en su puesto de trabajo, lo habían echado de donde vivía, pues no pagaba el alquiler.  Se había convertido en un hombre sin origen y sin destino perdido en un problema que se convirtió en enfermedad… pudo haber sido la soledad que recrudeció tal enfermedad?, o como muchos piensan, no hay excusas…? solo se que no paso mucho tiempo, cosa de algunos meses, hasta que se presento cierto alboroto en la entrada del conjunto, era Emilio, yacía tirado en el piso, en la entrada del estacionamiento, con una botella a su lado, casi inconsciente.  Dos muchachos trataron de levantarlo para ayudarlo a sentarse, pero en ese justo momento iba pasando el jefe, mirando la escena movió su cabeza de lado a lado como diciendo: esto no vale la pena.
Le dijo a los muchachos: -Dejenlo allí ¿Qué van a hacer?
Las caras de los jóvenes solo miraban al suelo, reflejando pena por la caída de un hombre que se precipito tocando el fondo… ellos querían levantarlo, pero no pudieron…

Ahora a través de la ventana lo veo rondar, con el desamparo del que ha perdido todo.

Desde la ventana también puedo ver la iglesia recibiendo a las personas; del otro lado la escuela, con sus maestras, padres, niños que vienen y van, y junto a esta un local de venta de comida. Todos sumergidos en sus propios asuntos. Al anochecer, Emilio se refugia en una casilla al lado del restaurante, durmiendo con el cielo por techo, en medio del frío y la lluvia.  Pasa el día dando vueltas en el terreno que esta frente al local de comida, ayudando a las personas a introducir o retirar sus vehículos, cumpliendo sin parar aquella labor de vigilante…

Lentamente se convierte en un indigente. ¿Cuántos lo estarán mirando? ¿Cuántos que se atrevan a tenderle una mano…

Así pasaron los días…

Yo no lo podía creer, como pasa esto ante mis ojos… sin poder hacer nada…

Cada noche lo veía desde mi ventana… Un día vi a un muchacho del local acercarse a Emilio y entregarle un pedazo de pan, y él presuroso lo devoraba. Imagine que quizá en ese pedazo de pan iba envuelta la ayuda de alguien que pudo sentirlo próximo, que pudo acercarse a aquel que había perdido incluso el amor por si mismo.., quizá a través de un gesto Emilio pueda recobrar la fe por la vida, las ganas de revivir… sería pedir demasiado…?

Pasaron muchos soles y varias lunas… sin percibirlo desde la ventana, un cambio se fue operando desde adentro y desde el fondo en la persona de Emilio, puede ser gracias a la bondad de aquella persona que creyó que él podría venir desde el fondo de ese precipicio a la superficie una vez más…

Un día al pasar por la calle, no encontré a Emilio afuera en la intemperie, sino que estaba adentro del local de comida, portando el uniforme del lugar, limpiando las mesas, retirando bandejas, caminando de un lado a otro. Sentí en ese instante la certeza de que aun habitaba entre nosotros la bondad… y que ella se presentaba a través de nuestros iguales.

Las personas del local le habían conseguido incluso una habitación donde dormir. Lo ayudaron a buscar unos lentes, y con ellos compartía, servicio, sonrisas y conversación, quizá lo habrá ayudado el calor humano.  Supe que ha tenido recaídas, pero no ya como antes… quizá exista para el una esperanza… A veces se subestima el valor de la palabra, del apoyo en estos problemas que parecen infranqueables, pero puede ser que si se logre algo. Quizás sin buscar, encontró una familia en aquel local, una no de sangre, sino de algo que no se puede ver, pero si se puede sentir… Esperanza hallada, por medio de aquellos que una vez miraron desde lejos…

Flori *)

Esperanza by Flori

Origami

Mi hijo me ha hecho recordar la magia que puede existir en un pedazo de papel, uno que cobra vida tan solo plegándolo, con orden, paciencia, con sentido y sobre todo con mucha inspiración e ilusión de ver una figura que no es tan solo eso sino obra de las manos…

Acerca del Origami, también llamado papiroflexia se puede encontrar mucha información, siendo un arte milenario originario de Japón, existe hasta un museo con figura elaboradas hace siglos, así como también han surgido nuevas tendencias que lo han hecho resurgir desde el siglo pasado.

Mi hijo trajo esa fiebre, como decimos aquí, de la escuela, por un amigo que le enseño a elaborar distintos tipos de barcos, ranas, le dijo: «busca los tutoriales en youtobe, y desde ese momento quedo súper fascinado, pensé que era solo una fiebre y le tome algunas fotos a los primeros que hizo para tenerlas de recuerdo… empezó queriendo hacer un dragón, elaborado por TadashiMori, extremadamente complicado, le dije: «se te hace muy difícil porque es un nivel avanzado, primero realiza los más sencillos y poco a poco adquirirás destreza, y podrás hacerlo…».  Luego encontró «la bola mágica» de Jonakashima, y no pudo comprenderla a totalidad, entonces le repetí el mismo consejo…

Así pasaron unos meses, hasta que por fin: «¡mamá, lo logre!»

Yo no realizo estos origamis a los que les tome muchas fotos, es un arte de él, yo solo lo admiro y me quedo igualmente fascinada por las cosas tan bellas que pueden salir de una hoja de papel…

Elaborando la bola mágica, fotos by Flori.

Más fotos foto de Origamis en fotosflorialv.wordpress.com

Todavía me quedan muchas fotos de origamis por subir, empecé subiendo los más sencillos y luego me faltan los más elaborados, los hay con una sola hoja y también de múltiples piezas llamado Origami Kusudama que son los que más le encantan al protagonista de los mismos,  espero que les gusten tanto como a mí.

Flori *)

Polvo de estrellas, en Navidad.

Cada vez que en el mundo nacía un niño los ángeles cantaban, le coronaban como príncipe y le regalaban una hermosa estrella que nunca se apagaba. Una que por él emitía su brillo, para que al mirarla recordara de donde vino…

Sin embargo al pasar el tiempo los ángeles se dieron cuenta que los niños al crecer olvidaban mirar su estrella. Se preocuparon y trataron de enmendar este problema.

Era inútil, al llegar a cierta edad, los niños simplemente olvidaban…!

Entonces hablaron con el Dios del cielo, el Creador de las estrellas, para solventar éste problema. Así Él decidió enviar a nacer a un niño muy especial, uno que no olvidara nunca su origen…

Desde entonces cada año las personas recuerdan al niño que nació en un pesebre, aquel que los pastores adoraron, y por el cual los ángeles arriba entonaron sus más sublimes cantos…

Aquel que se paseo por la tierra como un príncipe, sin buscar más tesoros en ella de los que ya tenía en el cielo…

Foto by observatorio.info

Así los ángeles siguen entonando arriba sus cantos celestiales,  tienen la tarea durante navidad de verter el polvo que las estrellas como pétalos desprenden… Quieren que toque a todos los seres humanos, para que recuerden mirar a lo alto y hacer como aquel niño que siempre supo cual era su esencia…

Flori *)


«Abrazaos oh millones de criaturas!
Este beso una al mundo entero!
Hermanos – sobre la bóveda estrellada
Debe habitar un Padre amoroso.
No postráis oh millones de criaturas?
¿No presientes oh mundo a tu Creador?
Buscalo sobre la bóveda celeste,
Sobre las estrellas, ha de habitar.»

 Friedrich Schiller

Pd: Agradezco a Stella quien me ayudo a editar el cuento.

¡Que la dicha y el amor llene sus hogares, y sus corazones siempre…!

¡Feliz Navidad!

La Bella y la Bestia

Un musical llevado al escenario por las maestras y los niños, como proyecto de fin de año escolar, tratando de resaltar el valor de la belleza interior, un valor que se nutre de muchos otros: tolerancia, paciencia, convivencia, respeto, aprecio…

Con mucha dedicación ensayaron varias veces, para brindar sus actuaciones con toda la magia propia de los niños.

Los más pequeños, algunos nerviosos,

Foto by Flori

Otros con mucha naturalidad…

Foto by Flori

y desparpajo…, disfrutaron su papel…

Foto by Flori

Para concluir…., dice la abuela al nieto: «-Debajo de la bestia vivía un príncipe con un buen corazón, que la bella descubrió…

Foto by Flori

«Debes aprender
dice la canción
que antes de juzgar
tienes que llegar hasta el corazón

Cierto como el sol
que nos da calor
no hay mayor verdad
la belleza esta en el interior» (letra de la canción La bella y la bestia)

Y por supuesto también disfrute mirando este precioso musical, hecho con mucho amor y dedicación, del cual me traje tan solo una muestra.

Flori *)

Miguel… lograste tu meta.

Tengo un hijo, a quien le gustan los deportes, el fútbol, la natación, el atletismo. Cuando surge la ocasión lo llevo a las carreras que se organizan para niños de su edad, y el con alegría participa. El sábado, nos fuimos temprano toda la familia a un evento infantil, fue allí que conocimos a Miguel.

Su mamá, una mujer joven, con ánimos, se acerco a preguntarme acerca del lugar, pues era la primera vez que asistía. Me preguntó si conocía a J.R, un entrenador que vio correr a su niño en Chacao, y lo invito a participar; le dije que sí.

Y así fuimos conversando, mientras el niño caminaba observe que tenía algunos problemas motores… Seguimos caminando hasta llegar al campo, donde nos separamos para buscar los números que los niños usarían en las franelas.

Luego las carreras empezaron a realizarse sucesivamente, y así fueron llegando los primeros, los segundos, los restantes de cada categoría.

Cuando le toco correr a Miguel lo vi llegar sin dificultad.

Pasado un rato volví a ver a la señora en medio de la gente que caminaba de un lugar a otro.

Ella se acerco y me pregunto, cómo le había ido a mi hijo, le respondí que bien, y le pregunte como le había ido al suyo, y me contesto: -Llego de último, pero eso no importa, estaba muy contento, me dijo: ¡mamá llegue!, y a mi se me salieron las lágrimas… los doctores me dijeron hace tiempo que el no caminaría, y hoy, pudo llegar…-

Esto me lo decía con alegría, tanta, que me conmovió… le pregunte si podía tomarle una foto a Miguel, ella me dijo que sí; e intercambiamos teléfonos para avisarnos acerca de futuras carreras…

Lo que para muchos era un evento más, una carrera más, para Miguel era un logro extraordinario… La felicidad de su mamá, de él, era la de quienes han logrado algo grande.

Me quede mirando a mi hijo y lo abrace con fuerzas… Que grandes regalos tenemos y disfrutamos en medio de la cotidianidad, el solo hecho de caminar, de correr, puede ser un milagro… es un milagro… lo recordé ese día por Miguel, sobre todo por la alegría suya y de su mamá.

Gracias Miguel, por tu alegría, lograste tu meta!

Flori *)

Foto by Flori

 

La magia del aliento

Ayer recordé porque admiro tanto a los deportistas…

Me fui a una carrera ayer, a las 5 am, para estar a tiempo… cuando llegue observe un poco la ruta, había mucha gente, trate de tomarlo sin presión, y me coloque en el sector de la salida donde se ubican los que hacen 1 hora 05 min.  Cuando dieron la partida empecé a correr… Muchos salieron muy apurados, yo trotando; pensé: iré suave para guardar fuerzas para el final…

Cuando pase los 5 Km, empecé a tratar de tomar un segundo aire, para aumentar el ritmo, pero me sorprendió que venia una larga subida… que me pareció interminable, sentía que todo me pesaba, vaya!! hasta llegue a sentir, porque estoy haciendo esto?, no esta siendo muy agradable, subir corriendo una pendiente, luego miré a muchos que empezaron a caminar, a detenerse, y no quería hacerlo, no quería pararme… así que me toco realizar un gran esfuerzo… recordé porque admiro a las personas que hacen deportes: no tienen que vencer a otros, sino a sí mismos, sacar fuerzas de donde no tienen. Luche con mi falta de aliento, con lo pesada que se ponían las piernas, parece que aumentaba gradualmente la fuerza de gravedad y mientras trataba de avanzar algo me jalaba hacia atrás…

Pero no me voy a parar, no puedo hacer mas tiempo que la vez anterior; así que hice algo así como poner el control en automático en mi mente, seguí al mismo ritmo, creo…, ahora veo que voy por el Km 8, la pendiente disminuye, falta menos, pero esto se esta tornando demasiado largo, ¿será que me equivoque de ruta?, creo que no, ¿o si?, no veo la llegada… al lado otros caminando… y sigo con el grupo, al rato alguien con una bandera en la mano grita: -faltan 700 metros! vamos!!… a lo lejos puedo ver la llegada, escucho la algarabía de la gente, música sonando, siento que de repente recobro las fuerzas perdidas, y pienso: si la gente y la música estuvieran desde atrás»… le dan a uno fuerzas internas para acelerar, es casi como magia… si! puedo llegar!! cruzar la meta… ya me puedo parar, a caminar!

Flori *)

Foto by hipereventos 13-03-2011

El humilde carpintero

En cierta ocasión varios hombres de negocios habían asistido a una reunión y antes de ir, todos habían prometido a sus esposas llegar temprano para la cena. Una vez terminada la reunión todos se fueron lo más rápido posible para abordar el avión que los llevaría a casa. Pero en el camino se les hizo tarde, así que todos estaban apresurados tratando de llegar a tiempo para abordar el avión, así que en el aeropuerto, empezaron a correr, y algunos tropezaron con unas manzanas que estaban para la venta, las cuales se cayeron por el piso. Todos siguieron apresurados su camino y solo uno se devolvió para recoger las manzanas, el resto continuo; el que se quedo les dijo, – No se preocupen por mi, abordare el próximo vuelo!.

El hombre se quedo ayudando a la vendedora a recoger las manzanas, dándose cuenta luego de que era una niña ciega, mientras recogía las manzanas observo algunas aporreadas, así que luego saco un billete de su cartera y se lo entrego a la niña diciéndole:

– Toma este dinero es por los daños que ocasionamos mis compañeros y yo.
Luego el hombre le pregunta a la niña: – ¿Te sientes mejor?
Ella respondió, asintiendo entre sollozos, que si.
Luego el hombre se retiro.
Ya en la distancia, la niña lo llamo:

-¡Señor, Señor!,
Y le pregunto: -¿es usted Jesús!?

El hombre se estremeció, y se fue pensando…

La niña ciega no podía ver con sus ojos físicos, pero si pudo ver con su corazón, a ella le habían hablado de Jesús, aquel humilde carpintero de Galilea, que hablo acerca del amor, ciertamente no había muchas personas parecidas a él, era muy raro encontrar alguno.

Cuento (parafraseado) de BBN-Radio.

Perspectivas

Foto by Flori

Recuerdo las playas del lugar donde crecí, calmadas, con poco oleaje, ubicadas a lo largo de la costa, dentro del golfo de Cariaco, en Venezuela. En una de estas playas en especial se podía caminar mar adentro, manteniéndose el agua en las rodillas; sin embargo, a medida que se avanzaba se empezaba a notar una línea que dividía el color de las aguas de un azul claro a un azul muy intenso.

La mayoría de las personas se bañaban en el sector más claro de la playa. Un día en el que estaba con mi familia de visita, mi hermano y mi padre se aventuraron a cruzar la linea hacia el lado más oscuro, por curiosidad, y estuvieron un rato nadando en ese sector pero se devolvieron entre sorprendidos y asustados. Cuando les preguntamos ¿cómo era aquel lado? dijeron que habían encontrado una especie de precipicio adentro de la playa, un cambio brusco en la altura del suelo, trataron de tocar el fondo sin encontrarlo, el agua también era helada, se dijeron que no volverían allí porque parecía peligroso.

Pero a todos nos quedo la inquietud, así que buscamos en el museo del mar de la ciudad la manera de averiguar el porqué de tan extraño asunto, hasta que descubrimos observando una maqueta del relieve del golfo, que en realidad la playa no tenia fondo, es decir, ninguna de esas playas pertenecientes al golfo se les ha podido medir la profundidad mar adentro, ningún equipo especializado ha podido sumergirse lo suficiente para determinar el total de su profundidad.

Como es previsible descubrir esto nos causo una especie de inseguridad, miedo a lo desconocido, a lo indeterminado… en esos años llegue a comprobar que en verdad la tierra no es como pensamos, sino que tiene aberturas muy profundas como dice la geología…  lo que me llama la atención es que nada es tan impresionante como cuando lo podemos palpar, bañarte en la playa en ese lado que sabes profundo, cruzar el mar en lancha, y sin embargo uno lo hace sin pensar en ello siquiera. También averiguamos que la ciudad, a raíz de este fenómeno flota sin base literalmente sobre el mar, es así como una especie de anime, que la convierte en una gelatina temblorosa, uno solo se acuerda cuando se mueve…

La naturaleza parece ser tan dinámica como nuestros pensamientos, pero mucho más amplia y profunda. Pienso que cuando captamos nuestro entorno,  lo hacemos sin saber muchas cosas, por lo que solo observamos perspectivas.

La naturaleza y el espacio que nos rodean encierran enigmas que nuestras mentes entrenadas para la lógica repentinamente no pueden captar… siendo así, los milagros por ejemplo serían totalmente factibles y normales, no rompiendo con la realidad, sino más bien mostrándola. Cuando observamos un hecho inexplicable, es porque no captamos la totalidad que encierra ese fenómeno.

También, cuando la realidad nos sorprende la respuesta típica es tratar de entender o comprender el hecho, interpretándolo a través de la dimensión o el plano que conocemos… así sucede para todo, de allí las múltiples interpretaciones que pueden tender seguramente al error, porque olvidamos la mayoría de las veces que solo vemos una cara del poliedro.

Muchas veces no bastará buscar información a través de nuestros sentidos, también hará falta involucrar otros aspectos, como la intuición, u otras capacidades que tenemos, que como se ha demostrado, a veces ni conocemos.

En fin, creo que lo más importante es tener en cuenta que la verdad absoluta no la tenemos, sino tan solo perspectivas.

Flori *)

Impresión

Había pasado mucho tiempo observando el cielo desde el pequeño espacio que me permitía el patio de mi casa; me gustaba recostarme en la azotea a mirar los infinitos puntos brillantes, otras veces corría antes de que anocheciera para saludar al lucero que primero aparecía, el podía concederte un deseo, eso me dijeron.

Años después cuando me toco mudarme a aquel pueblito con pocas casas, un puerto que parecía flotar dentro del mar, descubrí el espectáculo celeste más impresionante que he observado hasta ahora; venía llegando a casa al caer la noche, y había tanta luz sin ninguna bombilla eléctrica, sin ninguna explicación, que se me ocurrió mirar hacia arriba; me deslumbré.  Una cantidad tan abrumadora de estrellas… estaba asombrada… Que impresionante! que inmensidad! subía, ellas bajaban, viajaban, se posaban alrededor, se integraban con el mar… me fundía con ellas, ascendía de manera indefinida.

Seguí mirando el cielo todos esos días, embelesada con tanta belleza.  Unos vecinos, estudiantes de navegación, también seducidos por los astros, esos días me explicaron, emocionados; esas tres juntitas en línea es la osa menor; aquella gigante que brilla sin parpadear, la osa mayor; allá, la constelación de escorpión… ellas se mueven, nosotros también, pronto las verás de este lado… noches como estas son pocas porque no siempre se ven todas tan espléndidamente… nos ayuda el clima, y que hay poca luz aquí abajo para que ellas se luzcan… ¿no es precioso?

Podíamos verlas a ellas porque más nada brillaba con esa intensidad!….

Llevo impreso en mi, ese cielo adornado a manos llenas de estrellas. En ocasiones suelo mirar arriba buscándolas, esta ciudad me las esconde, mas sé que están allí…

Flori *)

Foto by Flori
 

 

Los sueños solo tienen alas

¿Pueden los sueños tener límites?, no; no pueden, son sueños, se abren, se expanden hacia arriba, hacia los lados, a todas partes y más allá.

Desde pequeños a algunos nos enseñan a ponerle límites a nuestros pensamientos, con lo cual también se limita nuestra realidad… ¿puede ponerse límites a los pensamientos?, en algunos se podrá, en otros, no.  Quizá todo dependa de las dimensiones de nuestro corazón. El alcance de los sueños quizás dependa del alcance del corazón, las emociones, los sentimientos. De la capacidad para anhelar, o querer verdaderamente «algo» más allá de nosotros mismos.

Nunca había corrido (que yo sepa) diez kilómetros, y aunque me gusta correr, lo más que recuerdo haber corrido eran 50 minutos seguidos, sin parar, aunque no supe la distancia.  Luego de un buen tiempo corriendo al fin me anime a finales del año pasado por medio de una amiga, a inscribirme en una carrera de calle de diez kilómetros. Y parece que durante el tiempo de preparación todo se alineo para no poder entrenar bien, por causas ajenas a mí. Sin embargo el deseo de correr me impulso a participar igualmente…

Ese día tuve muchos inconvenientes para poder llegar al lugar de encuentro para la salida, por problemas de transporte, inexperiencia también… casi me pongo a llorar por el gran retraso, no podría llegar a tiempo, y así vi como se desvanecía la hora del comienzo… y como intentando retener la hora, me resistía a creerlo.

Creo en Dios pensé, bueno quizá quieres darme una enseñanza, cual es? hacer tu voluntad pese a todo?… sí, Señor, hágase siempre tu voluntad y no la mía, Jesús dijo siempre eso Señor…  Señor para ti el tiempo y el espacio no existen, ya tu sabes todo. Vas adelante y atrás en el tiempo… tu puedes acomodar todo como quieres… y es así que todo pasa, en realidad que soy yo sin ti? nada.

Después de esto levante la vista y miré a un muchacho, iba nervioso moviendo las rodillas, llevaba ropa acorde para correr, miraba el reloj a cada instante, sabía que los dos íbamos para el mismo sitio. Luego pensé ya no me importa llegar tarde… esto es un asunto conmigo misma, y el deseo de saber si puedo hacerlo, más que todo el deseo de hacerlo; quiero de regreso contarle a los que amo: Lo hice!!

Y entonces, si, llegue tarde, todo había comenzado,  había mucha gente, y aproximándome a la linea de salida vi a un hombre de franela verde que estaba corriendo y lo seguí (se veía animado) me apresure a preguntarle si todo había comenzado, y me dijo: Si! pero, anímate!, yo le respondí: Claro que si! más coraje me daría no hacerlo! jaja!; entonces al pasar la salida presione mi cronometro desde cero, mi próxima meta era alcanzar a los que ya estaban lejos, seguí corriendo…. cuando me falto el aliento y se me reseco la garganta tome unos pocos sorbos de agua, de esos que dan en los puntos de hidratación, en el Km 2.

Pronto el hombre de franela verde se perdió a lo lejos; y miraba a mi alrededor, tanta gente que iba a mi lado, no estaba sola en realidad!. Cuando mi mente empezó a dispersarse empecé a recordar una frase que me repetía años atrás para correr: «rompe las cadenas de tu pensamiento y romperás también las cadenas de tu cuerpo» (Richard Bach). Concéntrate, concéntrate, y recordaba las palabras de una persona muy querida: «quiero que mañana corras como una gacela!» un deseo, otro sueño… eso me hizo sonreír, y sentir el brillo del sol que ya se levantaba, el calor que por dentro casi me quemaba, y me sentí tan feliz… no sentía ni siquiera el cansancio, al contrario, tenía tanta energía por dentro…

Ya cruzando el Km 8, encontré otra vez al señor de franela verde y lo alcance y le dije: Hola amigo!!, el se sonrió, y me dijo: Te animaste!, le dije: Claro!, entonces empezó a decirme: esta es mi segunda vuelta, empecé más temprano, ahora sé que puedo hacer los 21 Km para mi competencia que es pronto; le respondí: que bueno!, y le dije mi frase: sabes? Richard Bach dijo «Rompe las cadenas de tu….» el se volvió a sonreír, llegamos a la meta, nos dimos las manos y nos despedimos, sin más.

Yo feliz porque llegue sin problemas. Ahora buscaría a mi amiga que ya habría llegado, ahora quería saltar, quería bailar… sentí que tenía tanta energía… que podía seguir incluso corriendo… había en mi un sentimiento que me repetía constantemente: Los sueños no tienen límites, solo tienen alas… vuela con ellos, nada más…

Flori *)

Foto by Flori