«Dejame ver algún día como ven tus ojos…»

Foto by © Andy Kennelly
Foto by © Andy Kennelly

Hay un texto que me parece extremadamente bello, tanto el contenido como la forma, y que recuerdo mucho, es de la novela Rayuela de Julio Cortazar. Es un texto en el que Oliveira, el protagonista, se expresa acerca de su amiga La Maga quien careciendo de las habilidades intelectuales que él tenía lograba maravillarse ante los cuadros que admiraba, los libros que leía, lograba sentirse extasiada, conmovida hasta las lágrimas. Aunque luego después olvidaba todo. Mientras él siendo un hombre estudiado, un intelectual que recorría los cafés de París, entre comentarios de libros y copas, no lograba conectarse de esta forma porque carecía de eso que a ella le sobraba, se sentía acartonado por dentro incapaz de conectarse. Oliveira quien estaba cansado de desnudar esas mismas obras que trataba de apreciar, tal vez le había quitado en el proceso también la magia, ésa que su amiga con su ignorancia podía captar. No en vano el autor le había puesto ese nombre a este personaje: “La Maga”.

“Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impulso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es su orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mí, enterrado en prejuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, déjame entrar, déjame ver algún día como ven tus ojos.” Extracto de Rayuela Capitulo 21.

Aunque él no lo dice explícitamente, lo que interpreto, es que creo que nos ocurre así cada vez que vamos a un libro, a un paisaje, a una canción, a unas palabras, con una actitud de dar por hecho lo que ya sabemos, quedamos inhabilitados para que esa leve diferencia, ese algo distinto nos toque, es como ir al campo con una armadura sin poder sentir la brisa en el rostro, el sol en la piel, el rocío. Es como ir a ver con una cuadricula establecida, es ir colocando cada cosa en un lugar. Es perder en el proceso toda magia posible.

“Inútil. condenado a ser absuelto. Vuélvase a casa y lea a Spinoza. La Maga no sabe quién es Spinoza. La Maga lee interminables novelas de rusos y alemanes y Pérez Galdós y las olvida en seguida. Nunca sospechará que me condena a leer Spinoza. Juez inaudito, juez por sus manos, por su carrera en plena calle, juez por solo mirarme y dejarme desnudo, juez por tonta e infeliz y desconcertada y roma y menos que nada. Por todo eso que sé desde mi amargo saber, con mi podrido rasero de universitario y hombre esclarecido, por todo eso juez. Déjate caer, golondrina, con esas filosas tijeras que recortan el cielo de Saint-German-des-prés, arrancá estos ojos que miran sin ver, estoy condenado sin apelación, pronto a ese cadalso azul al que me izan las manos de la mujer cuidando a su hijo, pronto la pena, pronto el orden mentido de estar solo y recobrar la suficiencia, la egociencia, la conciencia. Y con tanta ciencia una inútil ansia de tener lástima de algo, de que llueva aquí dentro, de que por fin empiece a llover, a oler a tierra, a cosas vivas, si, por fin a cosas vivas.” Extracto de Rayuela Capitulo 21.

Hará falta tener una actitud de mente abierta, desnuda, limpia, dispuestos a escuchar, a ver, a dejarnos sorprender al considerar lo que miramos. Esa actitud de no solo saberse, sino sentirse ignorante. Esa actitud de dejar libre lo percibido para sea lo que es.
Mucho se trata de la actitud interna, un corazón limpio es capaz de mirar lo que ve y no tan solo mirar por el filtro de los prejuicios, las experiencias, y todos esos obstáculos que impiden creer que lo que miras es simplemente lo que miras y no tan solo el reflejo de algo que ya conoces, de algo que esperabas.

Por esto los niños nos llevan una gran ventaja, para ser más clara diría el alma o el espíritu que se mantiene joven tiene ventaja, tiene la ventaja de poder mirar sin el obstáculo de lo “aprendido” o “aprehendido” que es sinónimo de algo que se ha enganchado encima. Unos lentes empañados que el tiempo y los prejuicios nos han puesto.

La Maga de Rayuela era una mujer simple, ignorante en muchas cosas pero tenía a pesar de su estilo de vida bohemio una candidez imposible de imitar por su amigo, era una esencia que ella tenía, una actitud motivada, aunque no necesariamente, al saberse muy ignorante delante de sus amigos, una actitud abierta, fresca.

Creo que el protagonista de Rayuela, Oliveira, estaba tan imbuido en todos esos autores, escritores, pintores, todas esas filosofías, y se había llenado tanto de todo ello que termino por sentirse incapaz de mirar las cosas de otra forma, incapaz. Termino sintiéndose preso, aislado, desconectado. Lo a que a su vez lo condena. Puesto que se “supone” que una persona que se ha bañado de todo, ¿debe por tanto sentir lo que sabe?
Muchos sabemos que no es así necesariamente.

El intelecto puede convivir separado de los sentimientos. Lo importante no se aprende necesariamente en los libros o academias. El corazón muchas veces no puede ser educado o forzado, ni ablandado… Es así como Oliveira es condenado.

La Maga frente a Oliveira, es lo mismo que comparar: Lo tierno que subsiste en un medio salvaje, frente a la indiferencia que se empeña en quedarse aun cuando ha poseído conocimiento y educación.

Por ello en parte menciona: “estoy condenado sin apelación, pronto a ese cadalso azul al que me izan las manos de la mujer cuidando a su hijo“. Condenado, pues se siente juzgado, él a pesar de sus saberes, no solo no comprende este amor de la mujer cuidando a su hijo, lo más importante es que no lo conoce, no lo ha sentido. Por lo tanto el mismo se juzga al compararse con aquella que puede sentir de esa forma tan pura y tan desprovista de artilugios.

Pienso que esa falta de conexión de la que padece el personaje Oliveira, ese vacío, es una de las mayores crisis que enfrentamos en la actualidad, estamos tan saturados de información, de tecnologías, de saberes, de ciencias, de costumbres, de modos de hacer, que en el proceso es casi imposible hacer una conexión real con otro ser humano, o con alguna situación. Es casi imposible notar algo distinto a través del medio que sea. Como le sucedía a Oliveira.

Lo que me hace concluir que el estado interno puede endurecerse, y hacer que se pierda la capacidad de sentir. Por otro lado el conocimiento que no puede ser incorporado al interior y mover alguna fibra por dentro es así como un cascaron vacío para el que lo percibe y pronto a olvidarse… el problema aquí no está en lo que se percibe sino en el interior de la persona, que yace como muerto. De allí la desesperación de Oliveira de querer que en su interior empezara a llover y a oler a cosas vivas…

Nota:
Bueno, que me perdone Cortazar sé que sus textos son pura poesía para leerla y sentirla, pero no pude dejar de escribir acerca de este extracto de Rayuela…
En mi opinión personal creo que él tenía mucho de la Maga. Un mago en verdad para escribir y transmitir sentimientos sin atarse a ninguna forma y capaz de volar como quería con las letras como esa golondrina que perfectamente describe… me gusta ver por los ojos de él en sus textos. Uno si puede volar con él como esa golondrina. Digamos que es un pequeño homenaje en los ya casi 51 años de Rayuela.

Flori *)

17 comentarios en “«Dejame ver algún día como ven tus ojos…»

  1. Cómo un sólo hombre puede crear todo un mundo de sentimientos y formas de vivir y de sentir, sólo un sólo hombre o mujer pueden llenar toda una vida porque en el fondo todos tenemos algo de todos.
    Profunda reflexión.
    Un Abrazo querida Flori 🙂 .

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    1. Un solo hombre puede ser capaz de mirar en muchas formas y de comprender esas maneras de ser de otros, cuando es capaz de ser sincero consigo mismo. Creo que en esa sinceridad podemos ver que nos parecemos.
      Un abrazo de vuelta querido amigo 🙂

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  2. ES MUY DIFICIL VER A TRAVES DE OTROS OJOS QUE NOSEAN LOS PROPIOS, AUNQUE AQUI EL AUTOR ESTA INTENTADO QUE ASI SEA Y PONE DOS PERSONAJES ANTAGONICOS TOTALMETE, DEBE SER UN BUEN LIBRO Y ESPERO ALGUN DIA PODER LEERLO, U CORDIAL SALUDO

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    1. SI ES MUY DIFICIL VER A TRAVES DE OTROS OJOS PORQUE HAY QUE TENER LA MENTE ABIERTA. LOS DOS PERSONAJES SON MUY DISTINTINTOS. EL LIBRO ES UNA NOVELA QUE FUE CONSIDERADA EN ESE TIEMPO COMO DENTRO DEL MOVIMIENTO SURREALISTA. MUY INTERESANTE. UN ABRAZO LAMBERTUS ESPERO ESTES MEJOR 😉

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      1. no estoy de acuerdo..NO ES MUY DIFICIL VER A TRAVES DE OTROS OJOS » LO DIFICIL ES NO VER LO MISMO, Y TENER QUE RECONOCRLO. oshuma carvin kztlan.

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      2. No ver lo mismo y tener que reconocerlo es difícil, sí, si se le teme al rechazo o al conflicto… en todo caso, es común que suceda. En el libro, Oliveira se lamentaba no por tener que reconocer que no veía lo mismo, porque de hecho no le importaba reconocerlo, se lamentaba de simplemente no poder sentir lo que la Maga sentía al ver…

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  3. A lo largo de nuestra vida recibimos una programación a través del medio ambiente donde nos encontremos . Vemos, valoramos de acuerdo a esa programación. No podemos ver de otra manera a menos que nos liberemos de esas limitaciones, y dejemos a nuestra mente volar la imaginación, y poder ser magos como la maga de Rayuela; tener la inocencia de los niños para que se despliegue ante nosotros un mundo maravilloso, de colores que no vemos y sueños que no soñamos por la venda de la programación, que nos deja ciegos para ser y disfrutar un mundo maravilloso. te amo hija .

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  4. Cuando leí tu espléndido comentario sobre Cortazar, me dí cuenta que lo tenía abandonado. Muchas palabras de él me han servido para aligerar mi mochila,y metamorfosear lo que me queda.
    Lo difícil Florí fué para mí mirar con ojos diferentes. La sociedad tenía y aún tiene tiene un corset con pespuntes, rígido, con ballenas, como los que usaba mi abuela. Se maneja entre el negro y el blanco, entre buenos y malos, entre sabios e ignorantes. Al mirar al otro y juzgar perdemos la justicia. Y creo que permanentemente somos injustos.Todo es técnica, se está perdiendo el humanismo. Estamos a un click de todo, es decir no estamos.
    Me hiciste entrar en Rayuela, un libro para leer lentamente,y perdonarnos, porque muchas veces somos Olivera, y yo mi querida tengo tanto de La Maga…Tanto.
    Un abrazo mi querida venezolana.
    Hasta pronto.
    Stella.

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    1. La primera vez que leí a Cortazar me sorprendió, su estilo a veces caprichoso e irreverente en esa forma de escribir como quería, parece que pensaba y así mismo iba plasmando todo y a la vez parece que había el cuidado que tiene un genio para plasmar. Cortazar sin duda amaba la humanidad. Eso me gusta de él.
      Es cierto cuando dices que somos injustos. Nos falta amor, y es difícil derribar conceptos cuando se arraigan, mas no es imposible querida Stella. El amor más grande es ese afán de perdonar. Siempre pienso cuando uno ama perdona, se perdona. Y puede abrir los brazos a un amor más grande que nos recibe al buscarlo, el amor de Dios. Cortazar no habla de estas cosas pero creo que debió ser un hombre grande en este sentido, en el amor a la humanidad, según sus escritos que a veces hacen llorar al verse uno reflejado.

      Gracias por tu comentario siempre me gusta tanto leer tus impresiones.
      Un abrazo querida amiga.

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  5. Me encanto tu post, a manera personal no soy seguidor de Cortazar y Rayuela a sido de esos libros indomables. El por que me gusto tu post es que dan ganas de seguir leyendo esa obra para llegar e ese momento. ¡Saludos!

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    1. Yo la leí hace unos años según la secuencia que el sugiere al principio. ¡Si es un poco indomable!.
      Gracias por dejarme tu impresión es bonito saber que te den ganas de terminar de leer esta obra que se queda luego de alguna forma en uno.
      ¡Saludos de vuelta!

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  6. Espectacular muchas gracias, como te comentaron, con tu post provoca seguir y seguir leyendo, encuentro a la Rayuela de Cortzar un poco indomable también, un saludo.

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