Quien ha visto la película Matrix, sabe lo que el autor quiso expresar, una analogía con la vida, mucha gente caminando dormida sin saber. Solo el elegido podía descifrar el código de lo que veía y descubrir que estaba dormido. El elegido tenia un poder que más nadie tenía, pero que usaría en beneficio de todos para despertarlos.
Pensando en esa analogía, todos tenemos el poder de despertar, pero eventualmente no lo usamos porque estamos dormidos sin siquiera saberlo.
Y alguien dirá ¿Porqué estamos dormidos? Pues, porque todo sucede a nuestro alrededor, incluso dentro de nosotros mismos, y no nos damos cuenta. Es cuando la conciencia ha dejado de hablar, la voz interior opacada con las distracciones de un mundo que gira emitiendo mensajes que nos sumergen en el canal que quieren, para que seamos todo lo que se espera, dejando así de ver por nosotros mismos, con nuestro propio criterio y nuestro propio pensamiento.
Hay un poder que viene de la conciencia, cuando se escucha atentamente, nos muestra la realidad, podemos discernir, ponderar, quitarnos de encima aquello que nos opaca y así ser lo que somos; y otras veces nos impulsa a actuar en defensa de una idea, de una persona, o de nosotros mismos.
La conciencia dormida coarta todos los sentidos, simplemente al no interactuar nuestro ser con la realidad, con el mundo, es como si no existiéramos, no somos. De allí la gravedad de la reflexión: «Pienso luego existo (Cogito Ergo Sum)», de Descartes.
En el budismo se busca «el despertar», que es algo así como «darse cuenta». Creo que despertar puede ser abrumador, caer en cuenta de nosotros mismo y de todo lo que nos rodea, nuestro potencial para hacer, reconocer las posibilidades infinitas que tenemos para actuar, y para decidir a cada instante.
Cada pensamiento, sentimiento o acción que emitimos con propiedad, es una manifestación de nosotros mismos, con un valor incalculable.
Es la conciencia, lo más básico…
Cuando dejamos de escuchar nuestra conciencia entramos en un sueño donde dejamos de ser. Es cuando aceptamos lo que sabemos que no conviene, y seguimos sin detenernos, sin considerar nuestro entorno, sin saber que cada mejora que hacemos en nosotros es un bien para el otro, sin saber que lo que el otro hace en si mismo nos repercute a nosotros también. Cuando estamos dormidos, con nosotros se quedan dormidos nuestro ser, nuestra alma, nuestros sueños, y todo lo que puede ser, y no es….
Nosotros mismos somos un sueño que espera realizarse, que nació para ser realidad.
Siempre habrá algo que nos despierte, si estamos atentos, lo básico es la conciencia, pero la clave está… en el corazón.
Flori *)
«Siempre habrá algo que nos despierte, si estamos atentos, lo básico es la conciencia, pero la clave está… en el corazón.» que clave ha sido esto que has dicho Flori…hay que veces que uno no se da cuenta que la clave reside justo ahi……. solo ahi… un abrazo Flori!
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Lo que diga el corazón…, es difícil no confundirse 😉
Un abrazo Ingrid.
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¡Que bien hablas de estos temas! ¡me encanta! es verdad, yo por lo menos me escucho muy poco, actuo más por lo que es mejor para los demás, lo que te va a dejar en buen lugar, etc. y no lo que realmente uno desea,¡tengo que cambiar! besos Flori
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A veces nos evadimos tanto que terminamos por no ver o darnos cuenta de nuestras realidades, a todos nos pasa…
Gracias por tus palabras Manoli, besos para ti también.
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Qué buena reflexión. Hay gente que solamente se deja llevar por las circunstancias sin plantearse si están bien o mal. Un beso.
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Si, es lo más común, pero hay ocasiones que ameritan ese planteamiento, como dices, un abrazo amiga Susana.
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Un sueño que espera realizarse y que muchas veces no somos capaces de ver como en el conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento,
Una estupenda reflexión que has utilizado como el mejor de los filósofos.
Un fuerte abrazo
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Gracias Mercedes, eres muy amable…
Un fuerte abrazo para ti también.
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Entre el sueño y la conciencia, hay un abismo. Soñamos muchas veces lo que la conciencia nos indica pero el sueño queda en eso nada más. Llevar a la realidad, todo lo que pensamos , es una tarea titánica, y por eso la mayoría de nosotros, estamos en una especie de letargo, que creo que solamente el corazón puede despertar.
Una hermosa reflexión, como la música, como la foto, como tu alma.
Un abrazo.
Hasta pronto.
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Gracias Stella, tus palabras completan lo que trato de decir, albergamos tanto por dentro que tendríamos que sentarnos a descubrir todas estas cosas.
Un abrazo, y hasta pronto.
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Se suele esquivar la reflexión para evitar tropezarnos con la tristeza o la frustración.
Sólo alguien consciente de sí mismo, de sus propias emociones y de cuanto le rodea podrá ser feliz.
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Vaya es cierto esto que dices, pues hay que ser valiente para ver y para cambiar aquello que podemos cambiar…
Un abrazo.
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Excelente reflexión. La gente va perdiendo claridad en la vida, se absorve tanto, que muchas veces su vida se encuentra en la caratula del celular y dejar de ver el paisaje, la sociendad. Buena lectura Flori, te dejo un beso y un abrazo Rub
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Si eso suele pasar…, gracias por tus palabras amigo, un abrazo y un beso para ti.
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El animal de costumbres que llevamos dentro nos impide ver y pensar nuestros sueños, y nos refugiamos en la monotonía sin querer ver, los cambios nos incomodan.
Estupendo escrito que hace pensar.
Un Abrazo 🙂 .
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Una cosa lleva a la otra como bien lo has enlazado 😉
Gracias Joaquín.
Un abrazo.
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Me encanta como puedes escribir y hacer llegar tu mensaje, realmente este post es maravilloso¡
Un beso
C.
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Me alegra que te guste amigo, gracias por tus palabras.
Un beso.
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Todos andamos tan perdidos en lo cotidiano, que resulta muy complicado encontrarse. El equilibrio, en la propia conciencia del ser.
Una entrada que incita a reflexionar.
Un abrazo.
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Gracias por tu visita 🙂 y por tus palabras…
Un abrazo.
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